dilluns, 13 d’octubre del 2008

Ètica i política (II)

Hi ha dues maneres de concebre la relació entre ètica i política.

D'una banda, en la seva relació de complementarietat, és a dir, l'ètica complementa la política si ens serveix per garantir que el comportament dels polítics s'atengui a certs mínims morals, no només en l'àmbit individual sinó també com a col·lectiu. La política d'un determinat govern no pot estar basada exclusivament en les metes que vol assolir, sinó que ha de respectar també els mitjans per a fer-ho. L'ètica ofereix una perspectiva crítica des de la qual valorar l'adequació de la política a uns estàndards de respecte als drets dels individus. Sense aquesta instància, la política esdevé el regne del poder il·limitat en el qual la dignitat humana esdevé valor de canvi.

D'altra banda, en la seva relació de separació, és a dir, la política ha de mantenir-se neutra o apropar-se a la neutralitat en relació amb l'exercici que els individus fan de la seva llibertat. L'Estat no ha d'exercir els seu poder paternalista sobre els ciutadans, perquè aquests ja són adults i per tant els correspon eminentment a ells mateixos de decidir com volen configurar les seves vides.

En definitiva, l'Estat ha de mantenir uns mínims estàndards ètics, però no li correspon promoure una ètica pública.

1 comentari:

Anònim ha dit...

No podríamos determinar la relación entre la política y la ética como una existencia conjunta, la política como consecuencia de, y no complementaria? Es decir, no ver la propia ética como un añadido o agregado a la política, sin que la política suplemente a la ética y la ética a la política, sino que una no existe sin la otra, es decir, que la política no es sin ética.

Qué es la política entonces? qué consideramos como política? Se entiende como la actividad de gobernar y dirigir, ejercer unas relaciones en beneficio del pueblo. Asimismo, otras definiciones que he podido encontrar concretan que la política es una rama de la moral, que resuelve problemas en beneficio del bien común. Por tanto, podríamos determinar que la ética no complementa sino que es y forma parte activamente como política, además, ejerce la reflexión sobre los actos y costumbres a llevar a cabo para con el bienestar de todos y solventa los problemas ejerciendo la moral general. Por tanto, decir que ética es igual a política.

De esta manera, se puede concretar que todos los sistemas políticos que se pueden dar no son más que la ejecucón de la propia ética de la comunidad, de costumbres y, por tanto, la moral general, aunque conscientes que debería ser así pero no es.

Además, valoramos y criticamos los actos de la política de acuerdo con nuestras costumbres y lo que creemos que debería ser lo mejor y lo correcto para nosotros como individuos y, extensiblemente, como grupo que formamos socialmente. Es decir, reflexionamos sobre la forma de hacer, actuar y trabajar de nuestra política y criticamos o alabamos la ética ejercida por quienes nos representan.

Por tanto, no podríamos definir política sin ética, porque no dejan de ser actos reflexivos para el bien común, aunque algunas de estas actuaciones y actos no los consideremos éticos no significa que los que los realicen no los consideren éticamente correctos en sí mismos por éstos, aunque hay que decir que hay mucho enfermo y falta de consciencia en estos ámbitos y existen circunstancias difíciles de entender.

La política, en mi opinión, nace, se crea, surge de la ética, en el sentido de que en el momento en el que formamos una comunidad y establecemos una relación es necesario un elemento, en este caso los gobiernos, que ejecuten la ética predominante, otra cosa es que los gobernantes o magistrados lleven a cabo el interés general y no el propio. Aunque, claro está, ellos saben todo y nosotros sólo somos "ciudadanos" y no entendemos de política.

En referencia al segundo punto, de acuerdo con la relación de separación, entiendo igualmente como básico el no adoctinamiento de los individuos. Este punto, relaciona con el primero, en el sentido tal que si los gobiernos deben ser y ejercer la ética de lo mayoritario no deberían intentar imponer su propia ética, ya que es curioso que sean escogidos por el bien mayoritario, ya que en un principio se cree que van a ejercer la ética de la mayoría y luego intenten imponer valores y costumbres contrarias a śtos, que les ha escogido como abanderados de la suya propia. La domesticación ética de la política que ejercen es un hecho a destacar; sin darnos cuenta la aplican sin piedad, es terrible, creen ser el paterfamilia que tiene la autoridad para determinar cualquier cosa a los individuos que gobierna.

Esta es tan sólo una opinión y es evidente que no es absoluta, espero que sea bien recibida.